Hace algo más de 3 meses, le habíamos escrito a La Cigüeña: mandamos una carta al Zoo de París por Correo Argentino. Habíamosle, también, pedido a la mamá de Silvi que nos meta en las cadenas de oración a San Expedito, Al y Li me habían hecho Reiki. Además de cambiar de médico, cruzar los dedos, y descruzar las piernas.
Siguiendo las instrucciones del nuevo doc., esperamos 2 semanas luego de la inseminación (tiempo en el cual seguí drogándome con estrógenos), y el día 15 hicimos un evatest: Oh caramba, dio negativo. Todo muy mal, quería que me arrolle la proceción patacumbia a Luján, deprimida le anuncié a Gabi que yo no jugaba más, que de ahora en más apostaríamos a su fertilidad.
Para hacer mi duelo, de que esto se había acabado, le di a todas las cepas de tintos posibles,.
Aparentemente nunca fui muy intuitiva, porque aun cuando gabi me obligó a la semana a hacer otro evatest, y mientras la 2da línea se iba oscureciendo, seguía diciendo que era un negativo.
Pero no me voy a detener en ese instante, porque lo que me pareció mágico llegó unas horas más tarde: salimos a pasear a Cuba y, volviendo por un camino distinto al de siempre, me encontré otra estrella, casi casi igualita, que ahora decora la puerta del cuarto (que antes era el de la ropa para doblar).